18.6.07

El Polisario acusa a Marruecos de querer sabotear las negociaciones

Protesta porque la delegación de Rabat incluye a un saharaui promarroquí sin legitimidad para estar en el diálogo que empieza mañana en Nueva York

ALI LMRABET. Corresponsal en Marruecos
EL MUNDO.ES, 16.06.07

Las negociaciones entre Marruecos y el Polisario no han comenzado aún y ya acecha la crisis. Fuentes autorizadas del Polisario han asegurado a EL MUNDO que las negociaciones entre saharauis y marroquíes, que tendrán lugar los próximos 18 y el 19 de junio en Manhasset, una localidad situada en las afueras de Nueva York, pueden ser abortadas de un momento a otro.
¿La razón? La participación en la delegación marroquí de Jalihenna uld Rachid, el presidente del Corcas (Consejo Real para los Asuntos Saharauis), un organismo creado por Hasan II al comienzo de los años 80 y recientemente reactivado por Mohamed VI.
La delegación marroquí, que viaja a Nueva York por invitación del secretario general de la ONU, Ban Ki Mon, conforme a la resolución 1754 del Consejo de Seguridad, está constituida por el ministro del Interior, Chakib Benmusa, el ministro delegado para Interior, Fuad Ali El Himma, su homólogo de Exteriores, Taieb Fassi Fihri, el jefe de la Misión Diplomática marroquí ante Naciones Unidas, Mustafa el Sahel, y -paradójicamente- Mohamed Yasin Mansuri, el director general de la DGED (Dirección General de Estudios y Documentación, el espionaje exterior). Según fuentes marroquíes, Mansuri será seguramente los ojos y los oídos de Mohamed VI en la mesa de negociación.
Si la presencia del jefe de los espías marroquíes ha sido acogida con indiferencia por los saharauis, la de Jalihenna uld Rachid es otra cosa. Los polisarios consideran al Corcas y a su presidente, un saharaui promarroquí ex ministro y ex alcalde de El Aaiún, como meros instrumentos de propaganda del Gobierno marroquí. En una conversación telefónica con EL MUNDO, el representante del Polisario ante Naciones Unidas, Ahmed Bujari, que participa igualmente en las negociaciones, ha sido contundente. «La presencia de harkis [traidores argelinos que participaron en la Guerra de Argelia del lado del ocupante francés] saharauis en la delegación marroquí es una falta de buena fe por parte de Marruecos. El Polisario, así como los miembros del Consejo de Seguridad, van a tomar nota de esta provocación que es una clara señal de que Marruecos quiere sabotear las negociaciones», dijo.
En la resolución 1754 el Consejo de Seguridad había identificado las dos partes en conflicto como el reino de Marruecos y el Polisario, pero no había hecho ninguna referencia al Corcas, tal como lo deseaban los marroquíes.
Como el número de negociadores por cada bando fue fijado a cuatro (seguramente Benmusa, El Himma, Fassi Fihri y Mansuri), más los expertos jurídicos que no tendrán acceso a la sala de negociaciones, es indudable que la elección de Uld Rachid entre la delegación no es inocente. Es la primera vez que Marruecos incluye en su delegación a un saharaui promarroquí. En las precedentes y numerosas negociaciones y encuentros entre las dos partes, Marruecos sólo envió a responsables marroquíes y ninguno era de origen saharaui.